Comida, comida, comida…
¿De verdad comemos lo que necesitamos?
¿Qué significa la comida para ti?
Nos han enseñado que tenemos que comer, que la comida es un momento de desconexión con el trabajo, los quehaceres, y de encuentro con la familia y los amigos. También una recompensa por lo bien que lo hemos hecho. Pero ¿por qué nadie nos ha dicho que la comida son los nutrientes que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione como lo más importante y principal?
Existen millones de trastornos relacionados con la alimentación: anorexia, bulimia, vigorexia… Pasamos de no tener comida para sobrevivir a comer 5 veces al día incluyendo alimentos fuera de temporada y ultraprocesados. Nuestro cerebro está bombardeado con millones de imágenes de alimentos considerados «deliciosos» que nos aportan cero nutrientes y los alimentos naturales y frescos están, la mayoría de las veces, llenos de pesticidas y herbicidas que reducen sus propiedades.
Nadie nos enseña a ver la comida como algo fundamental para nuestra salud. No nos enseñan a aprender a comer, solo dietas que nos castigan y que tienen fecha de caducidad porque no te permiten comer un buen trozo de queso o una tostada con mantequilla de cacahuete ya que tienen demasiadas calorías y grasas. Cambiemos de una vez por todas el concepto de calorías. ¡No se trata de su cantidad, sino de su calidad! Pequeñas cantidades de alimentos ricos en calorías saludables como la crema de almendras, el arroz integral o un queso fresco de cabra me saciarán tanto o más que un plato gigante de pasta blanca con carne picada y tomate.
Entendamos también que no tengo que comer cada vez como si fuera la última. Por suerte, hoy en día tenemos suficiente comida en Occidente para evitar que nos muramos de hambre.
¿Cuáles son las claves?
- Todos tenemos costumbres que podemos cambiar. Solo debemos entender que cambiarlas llevará tiempo y un proceso. Hay que respetar esa etapa de «lucha
interna» para crear nuevas costumbres o hábitos. - Cambia el concepto de la comida como un premio. La comida es necesaria. Comprende su función y disfrútala a partir de ahí.
- Escucha a tu cuerpo, aprende a saber cuándo necesitas comer y cuándo no.
Hacer deporte en ayunas no significa que te vayas a desplomar, ya que tienes millones de calorías almacenadas que tu cuerpo puede utilizar. Es importante hidratarse durante el entrenamiento y después del entrenamiento, eso si. Y si quieres un extra de minerales, puedes añadir 2 ml de agua de mar hipertónica. Así también tendrás una mejor recuperación muscular y menos agujetas 🙂
La mejor manera de empezar a sentir tu energía vital es esperar unas horas antes de tu primera comida para permitir a tu sistema digestivo que se “despierte” o cenar temprano y no comer nada más hasta el día siguiente. Poco a poco te darás cuenta de que tu cuerpo tiene suficiente energía y de cuando verdaderamente estás saciada y cuando tienes hambre.